Oscuros Tus Susurros,
Oh! muerte
Alza tus delicadas Manos,
Inmortaliza en mi pecho,
La marca de tu venida.
Silenciosa y efímera
Llévate el suspiro
De cada Beso
Que a mi Amado
No he de robar
Y sencilla en un lienzo
Mi Nombre
Que desde Hoy
Será Nadie.
Almas Oscuras El Paraiso de Alice
martes, 10 de abril de 2012
sábado, 7 de abril de 2012
Escrito Dos
Alice en esta noche, sentía que el mundo se le desmoronaba, puesto que ella conocía muy bien a karo, en una
vida pasada, había prometido su amor a aquel Hombre y aquella visión no era más que la confirmación de
una antigua herida perdida en las profundidades del alma de Alice.
-No me amo nunca- pensó la misteriosa pequeña.
Entonces dejo la aquellas ramas, nadie sabía de su existencia así que hizo un pacto por su alma.
La luna estaba en lo mas alto del cielo, y brillaba peculiarmente esa noche, la oscuridad había echo por
primera vez, el Bosque un lugar inhóspito.
La niebla alcanzaba a tocar cada respiración, cada respuesta hacia emerger el aliento congelado de la
pequeña.
Y a lo lejos....
Un Lobo.
Cantándole a la Luna, o Tal vez, Llorando, Sabiendo que el adiós era definitivo.
Los ojos de la pequeña cambiaban y ella lo notaba de apoco en el camino, había un pequeño estanque de
agua muy clara a pesar de la oscuridad de la naturaleza nocturna, al asomarse lograba apreciar su reflejo tan
claro como el día y pudo apreciar de nuevo las ganas de renacer, un fuego invadio su alma desde la mas
pequeña célula, Un pacto de sangre-
Tomo una daga la pequeña, y corto en forma lateral su mano derecha y frente a la Luna y su reflejo, prometio
y Juró a la Dulce Luna
Que ella ya no sería la Misma de antes
vida pasada, había prometido su amor a aquel Hombre y aquella visión no era más que la confirmación de
una antigua herida perdida en las profundidades del alma de Alice.
-No me amo nunca- pensó la misteriosa pequeña.
Entonces dejo la aquellas ramas, nadie sabía de su existencia así que hizo un pacto por su alma.
La luna estaba en lo mas alto del cielo, y brillaba peculiarmente esa noche, la oscuridad había echo por
primera vez, el Bosque un lugar inhóspito.
La niebla alcanzaba a tocar cada respiración, cada respuesta hacia emerger el aliento congelado de la
pequeña.
Y a lo lejos....
Un Lobo.
Cantándole a la Luna, o Tal vez, Llorando, Sabiendo que el adiós era definitivo.
Los ojos de la pequeña cambiaban y ella lo notaba de apoco en el camino, había un pequeño estanque de
agua muy clara a pesar de la oscuridad de la naturaleza nocturna, al asomarse lograba apreciar su reflejo tan
claro como el día y pudo apreciar de nuevo las ganas de renacer, un fuego invadio su alma desde la mas
pequeña célula, Un pacto de sangre-
Tomo una daga la pequeña, y corto en forma lateral su mano derecha y frente a la Luna y su reflejo, prometio
y Juró a la Dulce Luna
Que ella ya no sería la Misma de antes
jueves, 23 de febrero de 2012
Escrito Uno
Pequeña, como una estrella en la Oscura Noche, apenas con vida, Respiraba la pequeña
Alice, su destino parecía ser incierto, la pequeña estaba sola, en un mundo demasiado grande
como para soportarlo desprotegida.
Alice, su destino parecía ser incierto, la pequeña estaba sola, en un mundo demasiado grande
como para soportarlo desprotegida.
Lo único que recordaba, era un dolor en su pecho, y este se reflejaba en su mirada.
Sus ojos claros como el agua demostraban poca expresión, pero sin dudar esta fría pequeña
inspiraba en todo quien se acercara a ella, la mas profunda ternura.
Así, con este mínimo recuerdo comenzó a vagar por las tierras mas increíbles imaginadas, El
reino del Dragón, era su lugar favorito en el mundo y de un momento a otro comenzó sus
aventuras en lo que fue la búsqueda de quien ella tomaría como madre.
Alice era una pequeña testaruda, y generalmente se metía en grandes líos con la gente de los
alrededores, jugueteaba con hombres lobo, vampiros, o bestias come hombres, y sin parecer
asustada ni tímida en lo absoluto, sabía convertir los corazones, a su favor.
en las noches dormía a la intemperie, cuando en un profundo bosque, lleno de hambrientos
hombres lobo, sintió unos susurros a lo lejos, pero mas que rujidos, o lamentos, lo que ella
escuchaba era una voz humana, de hombre que al parecer estaba llegando a un acuerdo con
una bestia enorme llamada Karo, el Líder de la manada de los hombres lobo que regía el
Bosque Mirlan.
La curiosidad no dejaba de azotar a La pequeña Alice, asi que lentamente comenzó a caminar
hacia la escena, cuando Karo de pronto dejo de ser un hombre lobo, osea que tomo su figura
humana para pactar algo con el misterioso hombre.
Lo ultimo que Alice pudo ver, fue un apretón de manos, ni siquiera pudo mirar el rostro de Karo,
o de el hombre con quien pactaba algo.
Esta escena podía significar algo muy extraño y terrible para el mundo de los lobos.
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